I was invited to write a story for ludovica's new book! and by chance I just found a copy of an old edition...
I sent the story this week... and it was aproved!
I've been listening to jeff beck a lot these days, I also bought a cd by horacio malvicino (classics played on gtr).
listening to stravinsky piano music
I received a cd by sandra corizzo; impecable
here some word by daniel baremboin (from the wolf prize speech)...
Domingo, 9 de mayo de 2004
" ... Quisiera expresar mi profunda gratitud a la Fundación Wolf por el gran honor que se me concede hoy. Este reconocimiento es no solamente un honor, sino también una fuente de inspiración para una actividad creativa adicional.
Fue en 1952, cuatro años después de la Declaración de Independencia, cuando yo, un muchacho de 10 años, vine a Israel con mis padres desde Argentina.
La declaración de Independencia fue una fuente de inspiración para creer en ideales que nos transformaron de judíos a israelíes. Este destacable documento expresaba un compromiso: "El estado de Israel se consagrará a sí mismo al desarrollo del país para el provecho de todo su pueblo; será fundado en los principios de la libertad, la justicia y la paz, guiado por la visión de los profetas de Israel.
Garantizará la completa igualdad de derechos sociales y políticos a todos sus ciudadanos sin tener en cuenta las diferencias de fe religiosa, raza o sexo; asegurará la libertad religiosa, de conciencia, lengua, educación y cultura."
Los padres fundadores del Estado de Israel que firmaron la Declaración también se comprometieron ellos mismos y a nosotros " A perseguir la paz y las buenas relaciones con todos los pueblos y estados vecinos".
Me estoy preguntando hoy con profundo pesar: ¿Podemos, pese a todas nuestras conquistas, ignorar la intolerable brecha entre lo que la Declaración de Independencia prometía y lo que ha cumplido, la brecha entre la idea y la realidad de Israel?
¿ Se ajusta la Declaración de Independencia a las condiciones de ocupación y dominación sobre otro pueblo? ¿ Hay algún sentido en la independencia de uno a expensas de los derechos fundamentales del otro?
¿Puede el pueblo judío, cuya historia es un archivo de sufrimiento continuado y persecución implacable, permitirse a sí mismo ser indiferente a los derechos y sufrimientos de un pueblo vecino?
¿Puede el estado de Israel permitirse a sí mismo un sueño irreal de fin ideológico al conflicto en vez de perseguir un final pragmático, humanitario y basado en la justicia social.?
Yo creo que pese a todas las dificultades, objetivas y subjetivas, el futuro de Israel y su posición en la familia de las naciones ilustradas dependerá de nuestra capacidad de hacer realidad la promesa de los padres fundadores como ellos la canonizaron en la Declaración de Independencia.
Siempre he creído que no hay solución militar al conflicto judeo-árabe, ni tampoco moral, ni una victoria estratégica y desde que una solución es inevitable me estoy preguntando: ¿por qué esperamos? Es por esa razón que funde con mi difunto amigo Edward Said un taller para jóvenes músicos de todos los países del Medio Oriente, judíos y árabes.
Pese al hecho de que como arte, los músicos no pueden comprometer sus principios, y la política por otra parte, es el arte del compromiso, cuando los políticos trascienden a la existencia actual y ascienden a la más alta esfera de lo posible, pueden ser unidos allí por la música. La música es el arte de la imaginación por excelencia, un arte libre de todos los límites impuestos por las palabras, un arte que toca el fondo de la existencia humana, un arte de sonidos que cruza todas las fronteras. Como tal músico puedo tomar los sentimientos de israelíes y palestinos a nuevas esferas inimaginables.
He decidido por tanto donar el dinero del premio a proyectos de educación musical en Israel y en Ramallah.
Gracias."
Daniel Barenboin
Traducida para El Observatorio de Palestina por Carlos Sanchis
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